Reforma y rehabilitación de un edificio de 1924, situado en el casco histórico de Bilbao, para transformarlo en un hotel boutique. La principal acción del proceso creativo fue unificar dos pequeños patios interiores en un gran patio alargado, que funcione como atrio, de manera que la distribución y circulaciones hacia las habitaciones se realice mediante unas quebradas pasarelas que configuran el espacio arquitectónico del atrio, coronado con un lucernario. Todos los elementos nuevos, pasarelas y divisiones, no interfieren con la estructura desnuda de hormigón del edificio originario.

Las habitaciones se desarrollan como elementos rectangulares, huyendo de la habitación clásica de baño en la entrada. Se utiliza viroc como elemento nuevo que dialoga a la perfección con el ladrillo original pintado y visto y las vigas y pilares dehormigón.

“Intentamos potenciar el carácter museístico del edificio, las pasarelas y divisiones respetan y no interfieren en los pilares, vigas ni muros originales”